24 de agosto, 2022.

Integrantes de la Procuración Penitenciaria recorrieron las Unidades Federales N° 8 y 22 ubicadas en la ciudad de San Salvador de Jujuy.  

El pasado 11 y 12 de agosto, el responsable de la delegación NOA, Facundo Giubergia, y la asesora legal, Verónica de la Maza, inspeccionaron junto a integrantes del Observatorio de Cárceles Federales de la Procuración, Ana Clara Piechestein y Lucia Pisciottano, sectores de alojamiento y de actividades específicas (trabajo, salud, educación, recreación y visitas) de la Cárcel Federal de Jujuy, Unidad 22, y en el Instituto Penitenciario Federal de Jujuy, Unidad 8.  

Durante el monitoreo destinado a la Unidad 8, se contó con la presencia de integrantes del Comité Contra la Tortura de la Provincia de Jujuy, quienes se encontraban realizando una capacitación brindada por la PPN.

El relevamiento de sendas unidades se llevó a cabo en el marco del Diagnóstico Penitenciario Federal, una iniciativa de la PPN que cuenta con el apoyo del OPCAT de la ONU. Entre las cuestiones emergentes a destacar se puede mencionar que, en la Unidad 22, los espacios son de tamaño muy reducido en general, en particular las aulas de educación, que no se encuentran en un sector específico para esas actividades. Por su parte, en el Instituto Penitenciario Federal de Jujuy se encontraba en proceso de ser reparada la caldera por la que se calefaccionan los pabellones 1 y 2, que no funcionaba desde hacía dos meses, y no contaban con alacenas para el guardado de utensilios de cocina ni de alimentos secos.

Concluida la visita al establecimiento penitenciario de la Unidad n°8 fueron invitados a participar de la ancestral ceremonia llamada Pachamama. Además de los integrantes de la PPN, estuvieron presentes también el párroco Héctor Barrera quien dio apertura a la ceremonia y bendijo los alimentos que iban a ser ofrecidos a la Pachamama, como también el director Subprefecto Gustavo Arraigaba y el personal de la unidad.

CEREMONIA DE LA PACHAMAMA

El término Pachamama está formado por dos palabras de origen quechua: “pacha” significa universo, mundo, tiempo, lugar y “mama”, madre. A la Pacha se la considera una deidad andina de la tierra, una figura que representa la energía femenina de amor, protección y fertilidad.

En la celebración de Pachamama​ se ofrenda a la Tierra todo aquello que amamos y lo mejor que tenemos. Esta ceremonia está llena de agradecimiento a la gran madre proveedora, por todo lo que nos dio y por todo lo que tomamos de ella. Es un nuevo ciclo de renovación.

Se realiza un pozo donde se vuelcan alimentos y bebidas consagrados especialmente: se pueden colocar frutas, comidas tradicionales, chicha, harina, jugos, miel, vino o cerveza. Se queman, se entierran, y luego se los cubre con tierra y flores.