La Procuración Penitenciaria de la Nación expresa su gran preocupación por la situación que está atravesando el Centro Universitario de Devoto que forma parte del programa UBA XXII. 


El objetivo de la llegada de la Universidad de Buenos Aires a la cárcel, es el de fundar un espacio de libertad en su interior. Es decir, un espacio que no es atravesado por las cuestiones de seguridad que tienen incidencia en todos los ámbitos carcelarios y que no es regido por la lógica de premios y castigos que rigen la disciplina carcelaria. El ingreso de la Universidad en la cárcel significa y debe significar la irrupción del afuera hacia el interior de los muros y supone la construcción de otras relaciones, distintas a las carcelarias. Implica la producción de una grieta en ese ámbito cerrado y oculto a la mirada del resto de lo social que debe sostenerse en el reconocimiento de los presos y presas como sujetos de derecho, con derecho a trabajar, a estudiar, a revincularse con sus afectos, a intercambiar opiniones, a ser asesorados en sus derechos.
Este espacio debe ser preservado de cualquier acción que tienda a entorpecer o impedir el acceso de aquellos que tengan legítimo derecho de estudiar en estos ámbitos. En ese sentido consideramos que la existencia de una causa judicial en el marco de la cual se investiga uno o varios hechos ilícitos, no puede funcionar en ningún modo como excusa para generar medidas de seguridad que restrinjan el acceso, el dictado de clases y el normal desarrollo del programa.
Por el Centro Universitario de Devoto han pasado cientos de estudiantes que han podido encontrar dentro de la cárcel un espacio de libertad y autonomía que sin dudas ha generado en aquellas personas, la adopción de herramientas de diálogo distintas a la violencia tanto dentro como fuera de la prisión.
Estas consideraciones, y los propósitos que la misma Universidad ha tenido en miras para conformar el programa UBA XXII de insertarse dentro de las unidades penitenciarias es lo que no debe perderse de vista. Si se permite que este ámbito sea atravesado por las cuestiones de seguridad que se encuentran presentes en todos los aspectos de la vida carcelaria, entonces lo estaremos vaciando de principios.