21 de Septiembre, 2021.
La educación es una herramienta que brinda oportunidades, inclusión y proyección en las personas. La PPN acompaña a los estudiantes en contexto de encierro en la búsqueda del progreso y alienta a las autoridades a que mejoren día a día las condiciones actuales de los procesos educativos.
Las actividades educativas en general y las que se desarrollan en contexto de encierro en particular se vieron severamente restringidas a partir del Aislamiento Social Preventivo Obligatorio (ASPO) decretado en marzo de 2020 como consecuencia de la pandemia actual.
Estas restricciones impidieron los encuentros presenciales entre alumnas/os y docentes, situación que profundizó la problemática educativa ya existente en el ámbito penitenciario. El proceso educativo entonces se llevó a cabo con modalidad a distancia en la cual se acercaba material impreso a los estudiantes a través de cuadernillos o por correo electrónico.
Este mecanismo presentó innumerables dificultades afectando la calidad, profundidad y la continuidad de la actividad educativa en sus distintos niveles. Esto impactó de forma negativa en los procesos de enseñanza en general y en formación para el trabajo de las alumnas y los alumnos privados de su libertad.
Actualmente se está retornando en forma gradual al régimen presencial. Nos encontramos ante el gran desafío de potenciar el sistema educativo en contexto de encierro para compensar no solo las oportunidades educativas perdidas en el último año y medio, sino y muy especialmente la falta de oportunidades educativas que dicho colectivo ha experimentado a lo largo de su vida.
En general las personas detenidas, antes de su ingreso al sistema penitenciario, han sido destinatarias de múltiples exclusiones de tipo social, cultural, laboral y educativa; razón por la cual deberían ser objeto de políticas educativas compensatorias.
Es así que el Programa Nacional “Educación en Establecimientos Penitenciarios y de Minoridad”, establece como finalidad estratégica de la Educación en establecimientos penitenciarios "mejorar las condiciones educativas durante el tiempo de condena para que las personas privadas de la libertad puedan construir un proyecto de vida que les permita su inclusión social".
La educación en contexto de encierro debería ser el eje que permita que las unidades penitenciarias se conviertan en reales espacios de socialización, cambio, emancipación y desarrollo personal, y poder ser este un ámbito de libertad, promoción y respeto de sus derechos. Desde este eje se tendría que poner particular énfasis en la calidad, profundidad y continuidad de dichos procesos educativos para posibilitar la realización personal y la capacitación laboral de los alumnos y de las alumnas.
Desde la Procuración Penitenciaria de la Nación seguimos trabajando en pos del logro de dichos objetivos.