La PPN promueve el diálogo y otras prácticas restaurativas en los lugares de privación de la libertad como una estrategia de prevención de la tortura que se enmarca en las disposiciones del Protocolo Facultativo de la Convención Contra la Tortura y otros tratos y penas crueles, inhumanos o degradantes (OPCAT por sus siglas en inglés).
El diálogo es un hecho improbable, pero posible, que da cabida al ejercicio del derecho humano a la palabra, que consiste en poder hablar con libertad y ser escuchado genuinamente.
La palabra es, para nosotros, tanto un derecho como una herramienta para acceder a derechos y para gestionar conflictos. La palabra produce alivio en quienes la practican y tarde o temprano humaniza, acerca, libera y emancipa.
Las personas privadas de libertad, hablando, se vuelven más responsables de sus vidas y más capaces de defender sus derechos. Las autoridades y los trabajadores penitenciarios encuentran en el diálogo un modo democrático y efectivo para gestionar el orden y la disciplina en los establecimientos.
Es posible confiar en el interés y la capacidad de las personas y de las comunidades en hallar formas de comunicarse, entenderse y colaborar, para dar solución a sus conflictos y para afrontar los problemas públicos que los afectan.
Impulsamos la justicia restaurativa en los lugares de encierro, fundamentalmente proporcionando la oportunidad para que las personas desarrollen las mencionadas capacidades, ejerciendo el derecho humano a la palabra.
Trabajamos para producir cambios democratizadores que permitan a las personas privadas de libertad ejercer sus derechos humanos y que se avance en la dirección señalada por la Regla de Mandela Nº 38.
Nuestra aspiración es el reemplazo de las perspectivas, estructuras y las prácticas penalizadoras y asistencialistas, definidas desde arriba hacia abajo, basadas en la exclusión y la fuerza; por otras nuevas, más humanas, que se basen en la participación y el consenso de las personas directamente afectadas por el sistema de encierro.
Nuestro propósito, como mecanismo independiente para la prevención de la tortura y los malos tratos, es hacer posible el diálogo colaborativo; para las personas privadas de libertad y para las que trabajan en los lugares de encierro.
Nos motiva el haber comprobado que es posible generar cambios en las relaciones entre las personas detenidas y en la gestión de los lugares de encierro mediante el ejercicio del diálogo democrático.
Esperamos que el modo de relacionarse, de hacer justicia, de gobernar y de vivir que propone la justicia restaurativa sea a la vez capaz de ofrecer a las personas privadas de libertad la posibilidad de restaurar sus heridas y sus vínculos; así como de emanciparse de los círculos de exclusión y de violencia en los que suelen estar envueltas.
Acciones
Probemos Hablando. es un dispositivo ideado por la PPN para dar respuesta al problema recurrente de la violencia y el sometimiento que se ejerce entre las personas privadas de libertad. Fenómeno que ha sido señalado con preocupación, entre otros, por el Subcomité para la Prevención de la Tortura y el Comité contra la Tortura de las Naciones Unidas.
Concordia es el espacio de diálogo que nuestra institución ha ofrecido, junto al Servicio Penitenciario Federal, para que las personas que trabajan como agentes penitenciarios puedan ejercer el derecho humano a la palabra. Es decir, que puedan hablar con libertad y ser escuchados.
Marcos de Paz es el programa específico instituido por la PPN para coordinar las actividades de Probemos Hablando y de Concordia. Así como espacios de diálogo bilaterales y multilaterales, actividades culturales y de formación, capacitaciones en métodos de resolución de conflictos y gestión colaborativa, talleres dirigidos a promover de diversos modos la posibilidad de expresarse y ser escuchado y todo tipo de encuentros y conversatorios que sirvan para ejercer el derecho humano a la palabra y el acceso a derechos.
La Dirección de Prevención de la Tortura, Diálogo y Gestión Colaborativa es el área de la PPN que tiene la responsabilidad de coordinar el programa específico Marcos de Paz.
Para llevar adelante las intervenciones y prácticas propias de este enfoque, la PPN ha puesto en marcha una modalidad de gestión colaborativa en red, inspirada en los pilares de la Alianza para el Gobierno Abierto: transparencia, colaboración y participación.
El programa Marcos de Paz se gestiona y coordina en base a las decisiones que se van tomando en el marco de una red de practicantes del diálogo, integrada por personas diversas, especialmente capacitadas para desarrollar su tarea de acuerdo a un conjunto de competencias.
Esa red se sostiene en la PPN, en su condición de mecanismo de prevención de la tortura, y gracias a la colaboración de un conjunto de instituciones que comparten nuestros objetivos.
Capítulos del Informe Anual:
Para obtener información más detallada, se puede consultar el capítulo correspondiente en el último informe anual presentado por la institución. (Ver informe)