Talleres
Los talleres nuclean espacios de encuentro donde los participantes se valen no solo de la palabra como herramienta, sino también de diversas expresiones artísticas y culturales. A través de lo lúdico, la pintura, la radio, teatro, entre muchos otros, los participantes vehiculizan experiencias, ideas, sentimientos que se ponen en juego.
Estos espacios intentan brindar a las personas privadas de libertad herramientas útiles para valorar y favorecer el proceso de pacificación y humanización de la vida carcelaria. Estos espacios, al igual que los círculos de diálogo, se desarrollan en un marco de respeto y confidencialidad, salvo que los propios participantes quieran difundir algunas de las producciones logradas.
Talleres en 2024:
PROBEMOS HABLANDO CON TÍTERES: Desde 2019 el programa MdP ha compartido espacios de trabajos en común con el equipo del programa Expresión y Desarrollo del (actual) Ministerio de Capital Humano. Durante 2024 la tarea en común se ha concentrado especialmente en el Pabellón D de la Unidad Residencial III del Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza (Pab D, UR III, CPF I, en adelante). Este espacio de detención está conformado por aproximadamente 50 adultos privados de libertad, con edades diversas.
El proceso que ha atravesado el Pabellón D ha marcado un antes y un después. Desde comienzos del año las personas que habitan allí han buscado reconstruir la identidad del pabellón, que anteriormente era catalogado como “de villa”, con el objetivo de ser reconocidos como un pabellón “de conducta”. El arte les ha servido a ese fin, logrando avanzar significativamente en los objetivos que se habían propuesto.
ASOMAR LA NARIZ: Con el objetivo de promover y facilitar el diálogo en uno de los pabellones del Complejo Federal Jóvenes Adultos (CFJA), entre febrero y junio, se desarrolló este ciclo, cuyo especial interés radicó en despertar el juego creativo en cuerpos disciplinados, oprimidos y excluidos. La creatividad puede ser un canal poderoso para la autoexpresión y la reflexión, favoreciendo el desarrollo personal y social. Se trató de un Taller de Clown, que se propuso alcanzar los siguientes objetivos específicos:
- Recuperar el juego: Revitalizar la capacidad de jugar como un medio de expresión y conexión.
- Repensar vínculos, experiencias, marcas y recorridos: Invitar a la reflexión sobre sus propias historias y relaciones.
- Descubrir el arte como vehículo: Utilizar el arte como una herramienta de expresión y transformación personal.
- Potenciar la autoestima: Ayudar a los participantes a valorarse y reconocer su potencial.
- Facilitar la comunicación: Promover habilidades comunicativas efectivas y abiertas.
- Impulsar el registro de uno mismo, del otro y del grupo: Fomentar la autoconciencia y la empatía hacia los demás.
- Gestionar el respeto y la empatía: Cultivar un ambiente de respeto y comprensión mutua.
TALLER DE GUIÓN EN DEVOTO: Este taller, que es parte del Programa Específico Marcos de Paz, tiene como principal objetivo brindar a los participantes la oportunidad de explorar su creatividad y contar sus propias historias a través del arte cinematográfico. Es dirigido por la guionista y directora Ana García Blaya desde septiembre de 2022, en colaboración con el equipo de facilitadoras del diálogo del Programa Marcos de Paz de la Procuración Penitenciaria de la Nación (PPN).
Este taller no solo se centra en el desarrollo cinematográfico, sino que también aborda la prevención de la violencia a través de la reflexión y el autoconocimiento. Al fomentar la escritura de guiones y proporcionar un espacio seguro para el diálogo, los participantes aprenden a expresarse y a escuchar a los demás. Esta dinámica les ayuda a reconocer y respetar diferentes perspectivas, promoviendo así la empatía y la responsabilidad personal. A medida que discuten y analizan películas que reflejan realidades complejas, se les alienta a cuestionar su entorno y a buscar soluciones pacíficas a los conflictos.
Los ejercicios de escritura, donde los participantes plasman sus experiencias en relatos y guiones, son fundamentales en este proceso. No solo estimulan la creatividad, sino que también enseñan a los participantes a construir narrativas y desarrollar personajes, habilidades clave para el entendimiento emocional y la resolución de conflictos. Al compartir sus historias y recibir retroalimentación, los participantes fortalecen su capacidad para comunicarse de manera efectiva y colaborativa, herramientas esenciales para prevenir la violencia en sus vidas cotidianas y en sus comunidades.