En el marco de celebrarse, el 25 de noviembre, el día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, fecha que fuera elegida en conmemoración del brutal asesinato en 1960 de tres activistas políticas de la República Dominicana, la Procuración Penitenciaria se pronuncia y denuncia la brutal represión acontecida en la cárcel de mujeres, Unidad Nº 31, de Ezeiza.
La planta de madres de la Unidad Nº 31, en la que son alojadas mujeres embarazadas y madres con sus niños, fue duramente reprimida por el personal del Servicio Penitenciario Federal. El cuerpo de requisa que comandó la represión fue reforzado con agentes masculinos, quienes reprimieron con golpes, patadas, empujones, balas de gomas y mangueras hidrantes.
El domingo 01 de noviembre a las 18.00hrs, la hija de una de las detenidas regresó de las salidas “extramuros” que organizan distintas organizaciones religiosas. Dichas visitas, que no son auditadas por ninguna instancia estatal, son ofrecidas para las madres que no cuentan con referentes en el país y pueden durar horas o días.
En esta oportunidad, la niña en cuestión, había salido con personas del Hogar de Belén, al regresar, la madre informó que su hija había sido abusada pues presentaba “excoriaciones en la cola”. En conocimiento de los hechos, las compañeras del pabellón exigieron que la niña fuera atendida por un médico forense ya que el personal médico de la Unidad la había revisado superficialmente. Luego de esto, fueron llevadas al Hospital de Ezeiza pero allí tampoco quisieron revisarla, argumentando que la niña debería ser revisada por un médico forense.
Es de suma importancia subrayar que la mujer detenida y su hija tienen como idioma principal el quechua, con lo cual es de extrema gravedad el hecho de que en todas estas instancias la mujer careció de traducción.
Ante la ausencia del forense, las compañeras de la mujer salieron de sus pabellones y se ubicaron en el pasillo a modo de reclamo, pidiendo que la niña fuera asistida a la brevedad. De inmediato, los agentes cerraron la “reja” que divide el pasillo, quedando dos agentes del lado de la planta de madres. Al respecto, las detenidas comentaron que en todo momento les dieron de comer y beber.
Alrededor de las 8.00hrs del lunes ingresó el cuerpo de requisa -compuesto en su gran mayoría por hombres- con palos, escudos, mangueras, tirando balas de gomas, pateando, empujando a las mujeres, y arrastrándolas por el piso a ellas y a sus hijos.
Algunas estaban con sus niños en brazos al momento de ser golpeadas y empujadas. Varias mujeres señalaron que los agentes ingresaron a los pabellones pateando todo lo que encontraban a su alcance, inclusive los “cochecitos” de los bebés, ignorando si estaban dentro. También tiraron balas de gomas y destrozaron gran parte de los pabellones.
Luego de la represión, el Cuerpo de Requisa encerró a las madres junto a sus hijos en las celdas mojadas por más de seis horas. Las dejaron mojadas, sin comida ni agua, ni para ellas ni para los niños.
El médico forense se presentó a las 10.00hrs aproximadamente, desestimando la posibilidad de abuso.
Como resultado, las mujeres relatan que desde los hechos acontecidos, los niños que estuvieron presentes tienen dificultades para dormir, se encuentran muy asustados y cuando ven a agentes masculinos varios de ellos lloran. Muchas de las detenidas padecieron dolores de huesos debido al tiempo que tuvieron que permanecer mojadas y encerradas. Asimismo, varias resultaron fuertemente lastimadas, con visibles lesiones en sus cuerpos. Inclusive, una bebé de 7 meses también resultó lastimada debido a que estaba en brazos de su madre cuando ésta cayó al piso, donde fue pateada y golpeada por los agentes.
La secuencia relatada, cometida por personal del cuerpo de requisa del SPF, representa una acción de extrema violencia. Más, si se tiene en cuenta que como consecuencia de ella, resultaron víctimas prácticamente todas las mujeres (y en algunos casos también los niños) alojados en la planta de madres de la Unidad Nº 31.
Todas estas acciones ilegítimas, cometidas por agentes del SPF, incluyen también el deficiente manejo del reclamo, por cierto justificado, de las detenidas de la Planta de Madres, a favor de que se investigase el posible abuso sexual de una niña.
Integrantes de la Procuración Penitenciaria se presentaron en la Unidad el mismo lunes a las 11.00hrs. Sin embargo, las autoridades del SPF negaron el ingreso de los funcionarios a la planta de madres, prohibiendo así, registrar el nivel de violencia desplegado al interior de los pabellones. No obstante, este Organismo entrevistó a las detenidas en forma privada e individual, pudiendo recavar toda la información para formular la correspondiente denuncia por la comisión de los delitos de tortura y/o incumplimiento de los deberes de funcionario público.