07 de Octubre, 2020.
En el marco de su función de monitoreo la PPN tiene un fuerte compromiso en presentar información confiable. Por ello publica periódicamente informes y reportes estadísticos sobre la situación de los lugares de detención federales. En esta oportunidad se suma a estas publicaciones una serie de informes por establecimiento penitenciario con datos actualizados al primer semestre de 2020. Un análisis de los Complejos Penitenciarios Federales III, V y VI y de las Unidades 6 y 7.
Estos informes contienen información de cada una de las distintas cárceles vinculada con la evolución de la población alojada y el nivel de ocupación, los ingresos y egresos ocurridos desde el inicio de la pandemia, las demandas de las personas privadas de la libertad (PPL) recibidas por la PPN, los casos de tortura y malos tratos registrados por el organismo, las medidas de fuerza individuales y colectivas documentadas, los fallecimientos, el acceso a derechos económicos, sociales y culturales. Todos fenómenos que fueron abordados en el marco del contexto de la pandemia por Covid-19 y respetando el principio de “No Dañar” recomendado por los expertos a nivel internacional.
Esta tercera publicación incluye el 1er Informe semestral del 2020 realizado sobre el Complejo Penitenciario Federal III del Noroeste Argentino, el Complejo Penitenciario Federal V de Senillosa, el Complejo Penitenciario Federal VI de Luján de Cuyo, el Instituto de Seguridad y Resocialización (Unidad 6 de Rawson) y la Prisión Regional del Norte (Unidad 7 de Resistencia).
Tras más de una década de crecimiento sostenido de la población penal en el SPF, desde mediados de 2019 las cifras comenzaron a estabilizarse y reducirse; ello se vio reflejado en estos establecimientos penitenciarios, donde la población penal alojada se vio reducida durante el período. En el caso de los CPF III y CPF VI, durante este contexto aumentó el egreso de personas que integran los grupos de riesgo frente al COVID-19, principalmente a través de la mayor concesión de arrestos domiciliarios. En cambio en el caso del CPF V, la Unidad 6 y la Unidad 7, los principales motivos por los que egresaron las personas allí alojadas durante este período fueron el acceso a la libertad condicional y asistida y por agotamiento de la pena.
El CPF III de NOA, destinado al alojamiento de varones y mujeres, a junio de 2020, presentaba 465 plazas declaradas y 529 personas alojadas. De forma tal que su sobreocupación era de 64 personas. Entre marzo y julio se registraron dos casos positivos de COVID-19 entre la población alojada en el complejo.
A junio de 2020, la capacidad declarada del CPF V de Senillosa, destinado al alojamiento de varones adultos, era de 530 plazas y la población alojada era de 464 personas, por lo que había un total de 66 plazas disponibles. En este período se relevaron dos casos de tortura y malos tratos y se presentó una denuncia penal por voluntad expresa de la víctima. Respecto a la constatación de casos positivos de COVID-19, entre marzo y julio, se registraron 32 casos en este complejo.
El CPF VI de Luján de Cuyo, destinado al alojamiento de varones y mujeres, a junio de 2020, registraba un total de 597 personas alojadas y su capacidad declarada era de 701 plazas, por lo que se contabilizaban 104 plazas disponibles. En este período se relevaron tres casos de tortura y malos tratos y se presentaron tres denuncias penales por voluntad expresa de las víctimas. Entre marzo y julio no se identificaron casos positivos de COVID-19 en el complejo. Se registró un fallecimiento.
La Unidad 6 de Rawson, destinada al alojamiento de varones adultos, registraba un total de 448 personas alojadas a junio de 2020, mientras que su capacidad declarada era de 489 plazas. De forma tal que presentaba 41 plazas disponibles. Durante el período se comunicaron cuatro casos de tortura y malos tratos. No se constataron contagios de COVID-19 entre marzo y julio en esta unidad. Se registró un fallecimiento.
La Unidad 7 de Resistencia, destinada al alojamiento de varones adultos, alojaba 358 personas en junio de 2020 y su capacidad declarada era de 372 plazas, por lo que registraba 14 plazas disponibles. En el período no se registraron casos de tortura y malos tratos. A su vez, entre marzo y julio no se relevaron contagios de COVID-19 en la población alojada en la unidad.