14 de Septiembre, 2023.
El Departamento de Investigaciones de la Procuración Penitenciaria de la Nación presenta un trabajo sobre los flujos -ingresos y egresos- de encarcelamiento dentro de la órbita del Sistema Penitenciario Federal entre octubre de 2016 y diciembre de 2022.
La publicación de este tercer informe analiza el stock y el flujo del encarcelamiento de las personas detenidas en el ámbito del Servicio Penitenciario Federal. El stock tiene que ver con la cantidad de personas privadas de libertad en el SPF a una fecha determinada, y el flujo con los ingresos y egresos de las instituciones penitenciarias.
Conocer las características de los flujos de ingresos y egresos permite un mejor acercamiento a la realidad carcelaria y sobre la cantidad de personas que circulan por el contexto de encierro.
Este proyecto surgió a raíz de la falta de información oficial sobre el tema y en base a la necesidad de comprender la dinámica de la situación y de la importancia de dimensionar los flujos de la población encarcelada, es decir, los ingresos hacia y los egresos desde unidades penitenciarias federales.
Entre los resultados que surgen de este informe, se destaca que en términos generales pasan por las cárceles federales aproximadamente el doble de personas de las que informa cada fin de año el SPF.
En cuanto a la dinámica se describe que entre octubre de 2016 y hasta abril de 2019 se registró un incremento en los ingresos a los establecimientos penitenciarios que comenzaron a descender en mayo de 2019, a un mes de decretada la “emergencia penitenciaria”, y se profundizaron en año 2020 en el marco de la pandemia por el COVID-19. Lejos de generarse una “liberación masiva de presos”, los egresos se mantuvieron en los niveles de los meses anteriores, debiéndose la baja del stock, a una disminución de los ingresos consecuencia de la menor captura policial en el contexto del “Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio” (ASPO).
En ese contexto el SPF puso restricciones al ingreso -que se mantienen hasta a actualidad- generando un cuello de botella en las unidades penitenciarias, que saturó las comisarías y alcaidías porteñas de personas procesadas o detenidas a la espera de decisión judicial, e incluso condenadas.
La realización de este tipo de informes permite abrir diferentes líneas de investigación a fin de mejorar la caracterización de las dinámicas del encarcelamiento en Argentina, una de las tareas fundamentales de la PPN.