27 de Diciembre, 2024.

La jornada especial se llevó a cabo en la Unidad Residencial III del Complejo Penitenciario de Ezeiza, donde se convocó a detenidos, autoridades y público invitado para la presentación. El evento fue organizado para conmemorar el Día Internacional de los Derechos Humanos e invitó a reflexionar sobre la importancia de los derechos fundamentales desde diversas perspectivas.

La actividad fue organizada en el marco del programa Marcos de Paz (MdP) de la Procuración Penitenciaria, con el apoyo del Ministerio de Capital Humano de la Nación. Durante el último año, las personas detenidas del Pabellón D de la UR III participaron en un proceso formativo en el taller de armado de títeres.

Los participantes del taller aprendieron a construir los personajes y, luego, incorporaron diversas técnicas teatrales que les permitieron desarrollar una obra. La formación combinó la técnica con la creatividad y el trabajo en equipo. Durante la representación, asumieron distintos roles teatrales, desde la construcción de los títeres hasta la puesta en escena, mostrando un gran compromiso con la realización de esta actividad artística.

En la obra presentada, Hay Esperanza, se representan las luchas y desafíos que enfrentan los adultos mayores en su vida cotidiana, haciendo hincapié en temas como el acceso a una vejez digna, la salud, la seguridad social y el respeto de sus derechos fundamentales. Al abordar esta temática, no solo se sensibiliza a los participantes y espectadores sobre las injusticias, sino que también se convierte en un llamado a la reflexión colectiva sobre la importancia de reconocer y proteger los derechos de este grupo etario.

Con este enfoque, los detenidos no solo se formaron en el arte del títere y el teatro, sino que también asumieron un compromiso con una causa social relevante, reflejando la importancia de la solidaridad intergeneracional y el respeto por los derechos humanos.

El trabajo conjunto entre detenidos y profesionales del equipo artístico-social permitió una formación integral que combinó creatividad y trabajo en equipo, promoviendo habilidades de expresión y comunicación. Esta experiencia fue clave para crear un puente entre el encierro y el mundo exterior, favoreciendo el crecimiento personal y el intercambio de ideas sobre los derechos humanos.

Además de los detenidos del Pabellón D, participaron en este evento detenidos del Pabellón C, ampliando el impacto de esta actividad dentro de la mencionada unidad residencial. También asistieron diversas personalidades que enriquecieron la jornada con su presencia y su aporte al debate y reflexión posterior a la presentación de la obra.

Entre el público invitado estuvieron presentes: Marcelo Ramón Vallejo, ex combatiente de la Guerra de Malvinas y performer de la obra Campo Minado; Marta Lidia Fossati y Jorge Carlos López, integrantes de la Asociación Jubilados y Jubiladas Unidos de Avellaneda; Alejandro María Lamberti, director del Instituto de Cultura de la Universidad Católica Argentina; René Llapur, voluntario de la Fundación Espartanos; Sol Mateos, educadora popular del Merendero Ale Andrada; y María Cristina Espelt, integrante de la Asociación de Familiares de Detenidos (ACIFaD).

El impacto de la experiencia fue más allá de la obra presentada. Los miembros de la asociación de Avellaneda compartieron sus emociones y entregaron una bandera realizada por los detenidos del Pabellón D en honor a la lucha por sus derechos. Este acto simbólico inspiró a la asociación a cambiar su nombre por el lema de la obra, "Hay Esperanza".

Este taller fue coordinado por Fabián Gallego, Julieta Reyes y Ricardo Augman (PPN), junto al equipo de intervención artístico-social, integrado por Nicolás Martinasso, Denise Esther Fernández, Magdalena Vittar Smith, Sebastián Aurelio Berayra, Marcela Claudia San Martín y la colaboradora particular Isadora Carla Plateroti, quienes aportaron su experiencia en el arte del teatro de títeres.

Este evento constituyó un paso significativo hacia el fortalecimiento de la cultura del diálogo y la reflexión dentro del ámbito penitenciario, promoviendo el acceso a actividades formativas que favorecen la reinserción social de los detenidos.