10 de diciembre, 2013.
El 10 de diciembre ha sido proclamado mundialmente el Día de los Derechos Humanos. Esa fecha se conmemora la Declaración Universal de los Derechos Humanos, como un esfuerzo colectivo por mantener los fundamentos para la libertad, la justicia y la paz en el mundo.
Luego de la vergonzosa Segunda Guerra Mundial, la promoción y protección de los derechos humanos así como la dignidad de la persona humana se han convertido en el baluarte de las naciones.
Tras cumplir 65 años de aquella declaración de principios, podemos decir que aún son enormes los desafíos por hacer de ese sueño una realidad.
En nuestro país también conmemoramos 200 años desde que se declaró la abolición de la tortura en la Asamblea Constituyente del año XIII, y 30 años en los que hemos podido vivir en un contexto de sostenida democracia, pero aún persisten las condiciones de dominación y atropello a los derechos humanos.
Desde la Procuración Penitenciaria de la Nación, hemos asumido el compromiso de velar por el respeto irrestricto de los derechos de las personas que se encuentran privadas de libertad. En ese esfuerzo cotidiano ponemos en ejercicio la acción que, como dice Hannah Arendt, “con todas sus incertezas, es como un recordatorio siempre presente de que los hombres, aunque han de morir, no han nacido para eso, sino para comenzar algo nuevo.”[1]Invitamos a todos a ser parte de esa voluntad.
[1]Hannah Arendt: “Labor, Trabajo y Acción. Una conferencia”