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03 de Junio, 2014.

La Procuración Penitenciaria de la Nación insistió ante la Corte Suprema de Justicia en torno a la necesidad de implementar medidas tendientes a reducir los pernoctes ordenados por los jueces y pidió trabajar cooperativamente para limitar la permanencia de los detenidos que son trasladados a la Unidad 28 a raíz de citaciones judiciales.

La sugerencia se efectuó luego del análisis de la rutina de gran parte de las personas que son trasladadas al Centro de Detención Judicial a fin de mantener audiencias con los juzgados a cargo de sus causas y ante la verificación de que, en la mayoría de estos casos, aquellas registran un exagerado tiempo de permanencia en el establecimiento, de 14 horas en promedio. La evaluación es el fruto de un trabajo de monitoreo compartido de la PPN, la Procuvin, la Comisión de Cárceles del MPD y el propio SPF.

En general, las personas detenidas arriban a primera hora a la Unidad 28 del SPF, dado que los jueces suelen requerir su traslado en el “primer camión disponible”, aludiendo con ello, a la necesidad de contar con su presencia temprano en la mañana. Sin embargo, la mayoría de estas personas son entrevistadas recién al mediodía, lo que implica esperas, en promedio, de casi 4 horas o más, desde la llegada a la unidad hasta el momento de efectiva atención. Del mismo modo, en general, se registran menos citaciones los días lunes y viernes

Sobre la base de esta información, la PPN pidió tender a homogeneizar los criterios de citación judicial, de modo regular las citaciones a lo largo de toda la semana laboral y del horario del trabajo habitual, priorizando que las audiencias se concreten en función del horario de ingreso de la mayoría de las personas convocadas.

Aunque el asunto pueda parecer poco relevante, contribuiría de modo sensible a mejorar las condiciones actuales en las que se desarrollan estas diligencias, así como también disminuir el desgaste físico y psíquico de aquellos que son trasladados para estos fines. Ordenar más eficientemente el trabajo permitiría, asimismo, que tanto el personal penitenciario abocado a trabajar dentro de la alcaidía como el de la división de traslados, desarrollen sus tareas de manera más ágil y efectiva, y a mejorar, en definitiva, el trato que se dispensa a las personas detenidas.