10 de junio, 2014.
La Procuración Penitenciaria de la Nación reclamó al Servicio Penitenciario Federal el acondicionamiento urgente de las instalaciones de los pabellones G y H de la Unidad Residencial IV del CPF I de Ezeiza, que hoy presentan una condición inhumana y degradante.
A principios de junio de este año, el organismo examinó estos sectores destinados al cumplimiento de sanciones disciplinarias y verificó que todos presentaban deficiencias inaceptables. El régimen de las personas que allí se alojan es muy estricto e implica, en los hechos, el encierro en celdas individuales de hasta 23 horas diarias.
Las pésimas condiciones de habitabilidad de los espacios comunes, como duchas o mesas para almorzar, son aún peores al interior de las celdas. Ninguna posee luz artificial, ni cuentan con instalaciones eléctricas para ello, lo que teniendo en cuenta la época del año, fuerza a las personas detenidas a permanecer alrededor de 14 horas por día a oscuras.
Los sanitarios de cada celda —inodoros y piletas— se encuentran absolutamente obstruidos, con agua estancada. En los inodoros el mal funcionamiento de las descargas dejaba a la vista las deposiciones y la ausencia casi total de elementos higiene genera que las paredes aledañas al sanitario se encuentren cubiertas de excremento, a consecuencia de las limitadas posibilidades de higiene personal. Varios pisos presentaban charcos de agua y ni el mobiliario ni la ropa de abrigo lucía, a simple vista como suficiente en un gran número de casos. El cuadro general, en definitiva, configura una violación flagrante a la obligación de asegurar un encierro digno.