16 de Octubre, 2014.
La Procuración Penitenciaria de la Nación (PPN) comprobó las condiciones de alojamiento deplorables del Pabellón 2 de la Unidad Residencial I del Complejo Penitenciario Federal II de Marcos Paz y reclamó a las autoridades su urgente mejora.
Los sanitarios de las celdas funcionaban defectuosamente y solo era utilizable una ducha de las ocho instaladas. Los pisos estaban inundados en varios sectores, la higiene general era mala, con malos olores. La infraestructura también presentaba serias fallas, varias ventanas estaban rotas y existían numerosas instalaciones eléctricas precarias.
Las constataciones fueron realizadas el pasado 9 de octubre de 2014, en el marco de las inspecciones regulares que el personal del Área Metropolitana de la PPN realiza en el Complejo. Lamentablemente, las primeras reacciones de la autoridad interpelada estuvieron dirigidas a excusar las severidades en supuestos problemas presupuestarios, en lugar de asumir inmediatamente, como pidió la PPN, una actitud responsable dirigida a encaminar una solución.
La situación constatada solo viene a agravar la situación general del CPF II. Como ya ha denunciado la PPN y la Comisión de Cárceles de la Defensoría General de la Nación, el establecimiento enfrenta un sostenido problema de superpoblación. Recién gracias a una acción de hábeas corpus del organismo durante la primera parte del año mejoró parcialmente la situación de la Unidad Residencial III donde las personas eran obligadas a dormir hacinadas en colchones sobre el piso, aunque la intervención judicial permanece activa, en trámite ante la Sala II de la Cámara de Casación, por la superpoblación que, en general, presenta el establecimiento. Otro planteo tramita en paralelo por condiciones igualmente indignas en el Pabellón 1 de la Unidad Residencial I. Con todo, y en absoluta discordancia con los planteos de la PPN las principales intervenciones verificadas durante el año 2014 han estado dirigidas a instalar camas dobles allí donde había lechos individuales, como mediocre paliativo al hacinamiento, en lugar de abordar soluciones duraderas.