23 de Julio, 2015.
Aprovechando su presencia en Buenos Aires, en el marco del Encuentro Anual de Delegados de la Procuración Penitenciaria de la Nación, fue entrevistada para el segundo Programa de Radio de la PPN “Voces en Libertad”, la Delegada de Córdoba, Lic. Rossana Gauna.
En conversación con Enrique Vázquez, Gauna destacaba lo valioso de estos espacios de intercambio: “Hemos estado tres días reunidos en Buenos Aires y estoy muy sorprendida por cómo se está trabajando en el interior del país”. “El encuentro nos ha permitido identificar cuáles son los problemas o los obstáculos que enfrentamos, pero también cuáles son las cosas en las que nos ha ido muy bien trabajando, como son las presentaciones judiciales que se hacen desde las distintas Delegaciones. Por ahí el Poder Judicial en el interior es muy reticente a aceptar estas presentaciones que son más innovadoras -para el interior- como los Habeas Corpus Colectivos Correctivos, o presentaciones en carácter de Amicus Curiae, pero me parece que la vía judicial es una línea importante que no hay que subestimar”.
La Delegada señalaba también la importancia de la articulación con otros organismos, agencias o instituciones para optimizar la respuesta a las necesidades de las personas detenidas. “Se hacen informes a los organismos que creemos pertinentes. A veces trabajamos conjuntamente con la Defensoría General de la Nación, el Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad Nacional de Córdoba u otros. Los organismos de Derechos Humanos estamos todos en relación y llevamos en conjunto estrategias para poder mejorar las tareas que se hacen en materia de prevención de la tortura”.
A propósito del trabajo por demás complejo que abarca no sólo la demanda específica de las personas detenidas, sino una observación muy minuciosa sobre cómo se desarrolla la condena, Gauna mencionaba: “Advertimos lo que está pasando y no debería pasar porque estas violaciones a los Derechos Humanos se naturalizan. La función nuestra es también desnaturalizar todo aquello que está mal y que provoca tanto sufrimiento, para que sea de otra manera”. “La cárcel es muy compleja. El día que uno llegue a la cárcel y deje de conmoverse por el sufrimiento de un preso, no tiene que ir más. Cuando uno va a la cárcel debe seguir sintiendo esa sensibilidad de lo que está pasando, de lo que esa persona está sufriendo, y a partir de eso evaluar qué se va a hacer y cómo se va a trabajar con las mejores herramientas”, concluía la Delegada.
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