28 de Septiembre, 2015.
Recién liberado, el joven Brian Núñez hizo un estremecedor relato de los tormentos que le infligieron agentes del Servicio Penitenciario Federal cuando estaba alojado en el penal de Marcos Paz.
En el programa Voces en Libertad, de la Procuración Penitenciaria de la Nación, Brian Núñez se dio tiempo para una reflexión desoladora: “Mientras estamos aquí hablando, tal vez otro chico está siendo golpeado.”
Brian, como se remarcó en el programa, ha obtenido tres logros inéditos:
1) El suyo es el primer caso en el que un Tribunal Federal dicta una condena efectiva contra agentes del Servicio Penitenciario Federal;
2) Atravesó en prisión –por lo tanto expuesto a la represalia de sus agresores- todo el proceso judicial;
3) y es el primer caso en el que se logra una reducción de pena como medida paliativa al sometimiento que sufrió el denunciante.
“Todavía tengo que recuperar la masa muscular, tengo que usar zapatillas con un formato especial y ponerles dos plantillas porque cuando camino siento donde tengo los huesos quebrados”, decía Núñez mientras ejercitaba también las manos con unos tensores.
Uno de los métodos de tortura que le aplicaron a Brian -conocido como Pata-Pata- deja un efecto físico permanente con dolores en las plantas de los pies y sensación de frío. La característica de la tortura es que sus efectos no terminan nunca, ni psicológica ni físicamente.