28 de mayo, 2019
Veintidós años atrás, un 28 de mayo de 1987 se instituyó este día de acción con el objetivo de concientizar sobre las distintas enfermedades que afectan a las mujeres. Es necesaria la implementación de políticas públicas.
En la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer realizada en Beijing en el año 1995, se expresó que la salud “no es sólo la ausencia de enfermedades o dolencias, sino un estado de pleno bienestar físico, mental y social. La salud de la mujer incluye su bienestar emocional, social y físico; contribuyen a determinar su salud tanto factores biológicos como el contexto social, político y económico en que vive”.
El Estado tiene la responsabilidad de garantizar condiciones dignas de detención, lo cual incluye el derecho a la salud de las personas privadas de su libertad.
La articulación deficiente entre el área de salud y la división de Salud y Traslados, genera que las mujeres detenidas pierdan sus turnos en los hospitales por falta de móviles y cuando piden revisación médica reciben la misma y única medicación para todo tipo de malestar o dolencia: ibuprofeno.
“No te explican lo que te están haciendo, cuando lo necesitás no está. Tampoco te explican cómo usar la medicación” (Módulo V del CPFI). Mujeres en Prisión p.89
En cuanto a los chequeos específicos para las mujeres y personas trans - entre ellos el papanicolau y la mamografía y tratamientos hormonales- se ha relevado que no son realizados a la totalidad de la población, y a quienes sí se los practican no se les comunica el resultado.
Las mujeres embarazadas que están privadas de su libertad atraviesan el trabajo de pre parto en la unidad penal donde se encuentran alojadas. En este contexto tienen diferentes experiencias de violencia y maltrato.
“El problema principal es durante la noche. Las celadoras están durmiendo y si las llamas vienen de mala gana y te dicen ‘justo ahora vas a parir’. Te hacen esperar mucho, hasta último momento y te sacan justo para parir”. (U31 – SPF). Parí como una condenada p.68
Estas prácticas de atención dentro del régimen penitenciario repercuten en la salud mental de las detenidas. La emergencia penitenciaria que atraviesa el sistema, socavan lo sanitario y lo saludable. Se busca que los abordajes se ciñan a los postulados de la Ley Nacional de Salud Mental y que no se trate solamente del control de los cuerpos y el disciplinamiento de las detenidas.
Es necesario potenciar las políticas públicas de salud con enfoque de género y diversidad, sostenidas en presupuestos acordes, por medio de las cuales garantizar un apropiado acceso a la atención médica integral para las mujeres y personas trans detenidas.
Autora de imagen: Gabriela Elasche